Todos los años nos encontramos con el parral hecho un desastre, lleno de botellas, latas, platos y vasos de plástico. Se colocan papeleras y basuras que verdaderamente no sirven de mucho, y se ha probado colocando bolsas de plástico a todos los árboles.
Siempre escuchamos que los jóvenes somos un verdadero desastre en cuanto a los botellones porque dejamos todo por ahí, pero aquí no se libran ni jóvenes, ni medianos, ni mayores, en el parral TODOS MANCHAN (sin querer generalizar, pues habrá gente que se preocupe más de cualquier edad)

Así es como acaba cada año, y gracias a las personas que se encargan de recogerlo, a la misma mañana siguiente el parral se encuentra tal que así.

Solo queda que cada uno tome un poquito de conciencia por lo que se podría hacer, y el daño que hacemos cuando tiramos un simple plástico al suelo, pues es nuestra casa, y todos deberíamos cuidarla.
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